Dentro del primer taller de masturbación femenina de España: "Con esto vais a flipar"
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fbae%2Feea%2Ffde%2Fbaeeeafde1b3229287b0c008f7602058.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2F00e%2F1c6%2F523%2F00e1c6523b4b8d381f18431adce6208e.jpg&w=1280&q=100)
Es viernes 23 de mayo, empieza a notarse el calor y las terrazas están llenas en el madrileño barrio de Chamberí. En concreto, son las 17:45 cuando llegamos a nuestro destino, la escuela de educación sexual Santo Amor. ¿Qué hacen aquí dos redactoras de El Confidencial? La respuesta corta es acudir a un taller de pajas para coños, para los matices tendréis que seguir leyendo este texto. Sabemos que es un plan un poco diferente, no os escandalicéis.
Al principio de la calle Francisco Ricci vemos un cartel azul con unas manos que sostienen lo que parece una flor, allí es. Cuando entramos, nos sorprende el aura mística y el olor a incienso. Bajamos las escaleras hasta la primera planta y allí nos espera Paloma Balado, la project manager del centro.
Este local de más de 600 metros distribuidos en dos plantas lleva abierto unos seis meses y cuenta con varios espacios: un consultorio que estará destinado a la terapia psicológica en el futuro, varias salas, baños, cambiadores, coffee corner o un lugar de descanso que siempre está abierto a todo el mundo.
Ofrecen clases semanales, como conexión en pareja, tantra, meditación para la ansiedad o baile terapéutico. También ofertan talleres puntuales y han agotado las plazas de todos ellos, incluido el de pajas para penes, que se celebró el pasado 4 de abril. Sin embargo, este es especial, ya que, según nos aseguran, es el primero de estas características en Madrid, y, seguramente, en todo el país. Su precio es de 34,95 y aunque en el espacio entren 70 personas, en este curso limitan los huecos a unas 50.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Faa6%2Fab1%2F4d5%2Faa6ab14d54dcce7e7391cfd259caa11d.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Faa6%2Fab1%2F4d5%2Faa6ab14d54dcce7e7391cfd259caa11d.jpg)
Son las 18.35 cuando terminan de llegar los últimos rezagados que se descalzan al entrar en una de las salas de aquel lugar que, según califican las propias dueñas, es un espacio "para sentir y gozar". Se trata de una amplia estancia iluminada con luces blancas, muchas lámparas en forma de globo, un toque de olor a incienso y una suave música que se entremezcla con las charlas tímidas que hay entre los asistentes. "¿Has estado en más cursos? ¿Te han servido?", pregunta una joven a su nueva compañera, mientras se sienta en su cojín frente a una vagina de silicona.
Entre los asistentes hay cierta variedad: cinco parejas heterosexuales, dos homosexuales, una veintena de mujeres y una quincena de hombres, todos ellos entre los 20 y los 40, aunque hay alguno que supera esta edad. Apenas cinco minutos después de la llegada de los últimos alumnos, Noemí Casquet, acompañada por su pareja Diego, entra para situarse en una esterilla acolchada en mitad de la sala, donde impartirá este taller. Ella es una de las artífices de Santo Amor, la que tuvo la idea primigenia de trasladar lo que ya hacían online a lo presencial; es periodista y lleva 15 años divulgando sobre sexualidad.
Este viernes marca un hito no solo en Santo Amor, sino también en la sexualidad. "Bienvenidos a la primera escuela de placer consciente y al primer taller de pajas para coños", inicia. De esta manera empieza un curso que tratará de aclarar cómo hay que tocar el cuerpo, a leer las señales de tu pareja y cuáles son las mejores técnicas de masturbación para aplicar con la otra persona y contigo misma.
En primer lugar, hay que contar qué es y qué partes lo componen que ella denomina como coño. "Hay miles de tipos, todos espectaculares, pero sí que existe una distorsión de su belleza por la pornografía", arranca. Para definir la anatomía se apoya en dos maquetas que permitirán desde mostrar todas las partes que tiene hasta responder a preguntas de cómo encontrar el clítoris, cuya estructura se descubrió hace apenas 28 años, tal y como confirma. "El borrado de nuestro cuerpo es algo real. Las personas que tenemos vulva también tenemos erecciones", sostiene.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F16e%2F4e6%2F917%2F16e4e6917c5254afcf20861e9f346615.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F16e%2F4e6%2F917%2F16e4e6917c5254afcf20861e9f346615.jpg)
Pero en este taller no solo se habla de vaginas, sino que también se abordan otras partes que pueden ser erógenas, como los pechos. Es ahí cuando entra en acción Diego, quien, además de aportar comentarios y enseñanzas durante todo el tiempo, hará demostraciones prácticas sobre cómo hay que tocarlos y masajearlos. En ese preciso instante llega la primera sorpresa de la tarde y Casquet se quita la camiseta entre risas: "Os presento a mis tetas". Esto desata las carcajadas de los participantes y algunos dejan de escribir, por un momento, en sus libretas abarrotadas de apuntes.
Los tips de masaje son varios, aunque puntualiza que no hablará demasiado de este punto porque hará una clase más adelante. Además, las demostraciones de la pareja son en directo: "Hay que hacerlo de forma ascendente y circular, con manos calientes y colocar los dedos en forma de V para que el pezón quede entre ellos. Nada de pellizcar ni dar manotazos, esos gustos se limitan a ciertas personas".
"El orgasmo no es una medalla para nadie, tiene que ser un disfrute"
A las 20.03 llega el momento de coger la vagina de silicona. Antes, nos pasan un vaso de chupito con aceite de masaje. "Recordad que es únicamente para fuera, si vais a meter los dedos dentro, usad lubricante", señala la CEO de la escuela.
Entonces, coge el vaso y se dirige al grupo: "Bua, con esto vais a flipar. Os voy a enseñar a hacer una lluvia de aceite, poned la mano en forma de cuenco, verted un poco del líquido y lo dejáis caer sobre el coño".
Después, explica varias maneras de estimular el clítoris: sándwich, media luna, movimientos en forma de ocho, pulsaciones y dedos en V, entre otras. Llegamos al punto G cuando un participante interrumpe: "A mi pareja no le gusta que le meta un dedo". "El orgasmo no es una medalla para nadie, tiene que ser un disfrute", contesta Casquet.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F19f%2Fa67%2Fd1c%2F19fa67d1c74c818ee68e2e0456e69bb9.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F19f%2Fa67%2Fd1c%2F19fa67d1c74c818ee68e2e0456e69bb9.jpg)
También menciona el squirt, que consiste en la expulsión de un líquido transparente durante la excitación. "No todas las mujeres pueden hacerlo, pero en mi opinión no es para tanto, aunque haremos un taller específico sobre el tema", confirma. De las últimas cosas que recuerda es la afectividad tras el sexo y el tiempo para disfrutar el orgasmo: "Quedarnos en la cama después es algo que nos cuesta".
Tras una ronda de preguntas y más de dos horas y media, el curso llega a su fin. Casquet da las gracias emocionada y se despide de todos: "Estaré por aquí ahora por si alguien me quiere consultar algo". Mientras Diego recoge el material, otros van a buscar sus pertenencias para irse y una fila de personas se queda alrededor de ella, que tiene abrazos para todos. "Encantada chicas, podéis venir a Santo Amor siempre que queráis", nos dice.
Subimos las escaleras con un poco de dolor de espalda, ya no somos adolescentes y estar sentadas en un cojín durante tanto tiempo nos ha dejado las articulaciones inmóviles. Ahora tenemos tiempo para comentar la clase, organizar el reportaje y disfrutar de la noche en una terraza.
El Confidencial